Financiamiento a largo plazo vs. a corto plazo: ¿Qué es mejor para tu familia?

Un financiamiento es una modalidad que ayuda a conseguir o acceder a fondos para realizar actividades como inversiones, proyectos, adquirir un vehículo, pagar deudas, etc.

 

Este te permite tener facilidades de pago, brindando una solución cómoda para tu necesidad. En el caso de una familia en la que se tienen metas y deseos por cumplir, un préstamo es una muy buena opción a considerar, por ejemplo, para adquirir un vehículo familiar.

 

Antes de tomar cualquier decisión que tenga impacto en las finanzas familiares, infórmate sobre las opciones que estén disponibles. En este artículo te compartiremos dos tipos de financiamientos, aprende a identificarlos:

 

Financiamiento a largo plazo:

Es el que tiene un tiempo de pago mayor a un año. Generalmente, se utilizan para inversiones grandes. Pueden renegociarse o modificarse durante su periodo y son una gran ayuda para mejorar el historial crediticio. Sin embargo, para acceder a un financiamiento a largo plazo es necesario que la persona cumpla con ciertos requisitos, en ocasiones, contar con un buen récord.

 

Financiamiento a corto plazo:

Se refiere al tipo de financiamiento en el que el tiempo de pago es igual o menor a un año, usualmente se utiliza muy poco para adquirir un vehículo o inmueble, sino, para solventar problemas de ingresos. Una de sus grandes ventajas es que no requiere muchos requisitos, la solicitud es sencilla y rápida, además, en ocasiones no necesita aval. Un ejemplo de financiamiento a corto plazo es un préstamo personal.

 

Aquí es donde surge la pregunta: ¿Cuál es el mejor para mi familia?

 

Pues esto dependerá de los objetivos o necesidades familiares que quieras solventar, también, de tu capacidad de pago. Por ejemplo, si lo que buscas es adquirir un vehículo, una casa, hacer una inversión fuerte, emprender un negocio, etc. Lo más recomendable es optar por un financiamiento a largo plazo, pero uno a corto plazo funcionará más si necesitas hacer una inversión menor y que puedas pagar en poco tiempo.

 

Lo más importante es que consideres las finanzas de la familia y realices un pequeño análisis, pregúntate: ¿Cuánto puedo invertir? ¿Mis gastos fijos se ven afectados con esta inversión ¿Necesito tener un “respaldo” para iniciar el pago del financiamiento? Etc. Además de tener un presupuesto mensual donde contemples esta inversión para evitar deudas.

 

Un financiamiento es una herramienta que puedes aprovechar para cumplir tus sueños y los de tu familia, la clave está en tomar decisiones financieras que sean estratégicas y que no comprometan el presupuesto.

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